¿Caeré?
Un árbol de la llanura, crecido entre suaves brisas y con un sol que pareciera resplandecer siempre ¿puede, ciertamente, soportar un huracán?
Tal vez (y pongo toda mi fe en esto) sólo pueda saberlo cuando el huracán ataque, y mi único agarre sea mi propio interior(entonces, pienso): Es inevitable el temor que produce encontrarse con uno mismo, aceptarse tanto en virtudes como en debilidades, pero el poder comprender que ese viento exterior que siempre intentará desplomarnos, con tiempo y resistencia, nos hará más fuertes, es casi el principio de respuesta, cuando llega la temida pregunta:
¿Quién soy en realidad?