viernes, agosto 30

( en la esencia más pronfunda de todo ego se esconde neta y corrosiva inseguridad )

domingo, agosto 25

Abrió los ojos y vio.
Lo más horrible que pudiera pasar.

Y entonces todo en un instante (infinito e impreciso) se esfumó.


 Lo raptó un sueño, se lo llevó a un suceso de imágenes que sus ojos apenas pudieron ver, pero jamás su mente logró borrar.
Amaneció a la deriva, confundido y errante, casi vivo y sólo se pudo preguntar:
¿Por qué a mí?