imaginé, de pronto,
un mundo
ese mundo es el nuestro
el compartido por todos
pero tenía algo distinto
un detalle muy peculiar
y es que no existe más allá de nuestras mentes
no hay más allá de lo que podamos imaginar
el mundo está y nosotros lo habitamos, dijeron.
¿Y si el mundo no está si no lo pensamos?
Tal vez es una proyección masiva
una suerte de sueño compartido
Y capaz, imaginé después,
sólo tenemos unas horas por noche
para concebir un mundo propio.