lunes, abril 23

(complicaciones)

Cuando se va, estoy lejos de sentir indiferencia, va más allá de todo dolor o alegría.
Cuando se va no soy nada, siento que ya dejé de existir por el sólo hecho de que no me hace falta si no está.
Es casi inverosímil la manera en la que uno puede amar tan fuertemente hasta llorar con tan solo pensar en  su ausencia y a la vez odiar e ignorar cuando estamos frente a él. Somos difíciles, nadie lo negó, pero no hasta hace poco me di cuenta de cuánto.Supongo que las cosas  claras son insulsas y al poco tiempo nos agotan, tal vez las idas y venidas, este viaje ambivalente que atravesamos nos haga triunfar con mayor recompensa, pero si pudiera simplemente decirte todo lo que pasa por mi cabeza, lo que siento y que no sé descifrar, eso que se me anuda en la garganta y no me deja tragar, ¿me aceptarías?
De verdad es el miedo de arriesgarse una dificultad, o el obstáculo empieza en la poca fe y confianza en nosotros mismos, que nos asegura, ya sin intentarlo, que vamos a caer.

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