No es el mundo contra vos, es cada uno por su cuenta.
No dependas de nadie, jamás. Y no te dejes engañar.
Muchas mentiras parecen verídicas cuando sólo pensamos en lo que queremos escuchar y no en lo que de verdad tienen para decir.
Ahorrarte el disgusto es desconfiar, apartarse, no demostrar nada, ni en el juicio final, ni aunque no haya deseo más profundo.
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