Vacié todo dolor propio en vos, como si fueses algo significante.
Me descargo de este odio infinito apuntando a un amor que nunca existió, que nunca supe sentir.
Que nunca va a haber.
Era mejor pensar en algo, intentar darle una razón, que tratar de desenmarañar nudos del pasado, del presente y de lo irreal.
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