Hay algo profundamente hermoso en la tristeza,
en tener el corazón en la mano,
deshecho y desgarrado.
Hay algo profundamente real en ese momento,
Y es que sólo te invade esa sensación,
de no caber más en tu ser,
que el océano que se hunde en tu pecho
y el hambre de querer llover.
Hay algo que se diluye dentro tuyo,
y te eriza la piel.
Temes que las heridas nunca sanen,
o que el tiempo nunca pase,
Temes no saber como curarte
o que nunca deje de doler.
No sabías que hay relación
entre la tristeza y la fortaleza.
Pero hoy entiendes que ésa
no está en la corteza,
no está en los muros,
no está en la caparazón.
Tu fuerza es gracias a que fuiste
lo suficientemente valiente
para abrazar tu dolor.
Tu valor está
en haber sido tan vulnerable
que sentías que te ibas a romper.
En haber tocado fondo,
aún cuando pensabas que no había
fondo más bajo al que caer.
Tu valentía fue la de
haber salido a la calle,
con el corazón en tu mano,
sangrando y derrotado,
y haber gritado al mundo:
No sé si algún día esto parará de doler.
¡Muy bueno!
ResponderEliminarGracias por leer! Saludos
EliminarTe sigo leyendo. Saludos.
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