miércoles, diciembre 23

No pensar.

Despilfarrado jueves a la noche. O podría decirse que ya es viernes a la madrugada.
Pero no cualquier viernes. Viernes 24.
Para ser sincera, no me llama mucho esto de la Navidad, y ya me tienen un poco loca todas las idas y venidas que representan su festejar.
Y sumado a eso, esta mi desordenada cabeza, que cada tanto se hunde en un poso profundo de aguas turbias, y cada vez cuesta más sacarla.
No puedo permitirme empezar un año nuevo con esta decadencia, y con tantas pocas expetativas.
Pero lo que realmente me tiene mal, es que se me haya escapado el año sin cumplir ninguno de mis objetivos. En realidad, creo que estoy aún más lejos todavía de lograrlos que el año pasado.
Prefiero, ante todo, sumergirme en los libros, que me alejan de la realidad lo más que pueden.
Prefiero no pensar.

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